01 diciembre, 2014

Empanadillas de beicon y huevo duro sin gluten



*Muy ricas,


Ingredientes:


Una plancha de masa quebrada refrigerada sin gluten
1 paquete pequeño de beicon sin gluten
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
2 huevos
Un poco de sal y vinagre de vino (para cocer los huevos)
Un pelín de canela y pimentón molido (aptos)
1 ó 2 cucharadas de salsa Tamari (soja sin gluten)
1 cucharada de ketchup
Pimienta recién molida
Sal (opcional)
Salsa barbacoa u otra salsa (para acompañar)
Aceite de oliva suave (para freir)




Preparación:

Sacamos del frigorífico la plancha de masa quebrada una media hora antes de proceder a manejarla.

Ponemos a cocer en un cazo agua con un poco de sal y de vinagre, cuando empiece a hervir introducimos los huevos con cuidado y dejamos cocer unos diez minutos.

Mientras cuecen los huevos, vertemos en una sartén caliente la cucharada de aceite junto con el beicon cortado en tiras o cuadraditos, removemos unos minutos junto con la salsa tamari, kétchup y las especias (menos la sal) apartamos y reservamos en un bol.

Sacamos los huevos y ponemos en agua fría cambiándola un par de veces, hasta que se enfríen (así se pelan mejor), los pelamos, picamos y añadimos al bol reservado con el resto de ingrediente. Mezclamos y probamos cómo está el punto de sal, puesto que tanto la salsa tamari como el beicon ya contienen suficiente y quizás no precise añadirle.

Sacamos del frigorífico la masa quebrada, procedemos a cortarla en círculos, aprovechándola lo máximo posible. Para ello nos servimos de un aro de emplatado, taza o vaso que tenga un tamaño apropiado como para hacer las empanadillas.

Vertemos una cucharadita de la mezcla en el centro de cada una de las planchitas que hemos cortado de la masa quebrada y que tenemos extendidas. Las doblamos hacia el otro extremos haciendo forma de luna, juntamos y con un tenedor marcamos todo el contorno de las empanadillas, así se sellan.

Vertemos abundante aceite sobre una sartén caliente y si tenemos freidora, mejor. Vamos sumergiéndolas en el aceite bien caliente y dándoles la vuelta cuando éstas estén doradas. Si es en freidora no hace falta.

Conforme se vayan haciendo, las vamos sacando y colocando en un plato con papel de cocina para que absorban el exceso de aceite.

Servimos calentitas acompañadas de la salsa que más nos apetezca. Y con unas patatas fritas…ya rematamos…alegría para el cuerpo, jajaja

Espero que disfrutéis y sobre todo los pequeños. Un beso,


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