Son muy
tiernos, como los utilizados para perritos calientes pero mucho más ricos. A mi
familia les encantan, sobre todo a los peques de la casa.
Son facilísimos
de hacer y no requieren amasado. Cuando los hagáis y los probéis no haréis
muchos cambios más de panecillos, porque éstos están geniales.
Ingredientes:
100 gramos de harina fina de maíz (fécula de maíz)
70 gramos de fécula de mandioca
100 gramos de leche en polvo
2 cucharadas azúcar
1 cucharadita de sal
5 gramos de goma xantana
5 gramos de levadura de panadería seca
5 cucharadas de aceite vegetal suave
250 mililitros de leche
Preparación:
Colocamos en
un bol las harinas y demás ingredientes secos tamizados y en último lugar la
sal separada de la levadura y mezclamos con una cuchara.
Incorporamos
despacio la leche templada y el aceite y comenzamos a batir con varillas eléctricas
durante unos minutos; primeramente despacio y luego a más velocidad hasta
quedar la mezcla homogénea.
Tapamos con
film transparente y dejamos reposar en lugar templado una media hora o hasta
que veamos que la preparación ha subido un poco y está esponjosa. Yo, lo que
hago es poner el horno abierto a unos 50ºC y coloco el bol que contiene la
mezcla en una silla lo más cerca posible del mismo.
Mientras
tanto preparamos los moldes engrasándolos y precalentamos el horno a unos 170ºC.
un rato antes del horneado.
Los
introducimos al horno en su parte media por un tiempo de entre 20-30 minutos,
dependiendo de los moldes que utilicemos y el horno que tengamos. Pasados los
primeros 15 minutos hay que estar un poco sobre ellos para que no se nos doren
demasiado, pero merece la pena.
Sacamos los
panecillos y dejamos enfriar unos minutos al lado del horno abierto, así no
bajarán mucho con el cambio de temperatura y después los pasamos a una rejilla
colocada en la mesa o encimera para que terminen de enfriarse por completo.
Después toca disfrutarlos.
Espero que os gusten mucho. Un beso,
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