*Plato
típico de donde soy y en general a lo largo de toda la geografía española, constituyendo
una de las elaboraciones de tapeo en bares y tabernas. Su sabor es bien sabido
que es tan estupendo que es por eso que sigue tan arraigado en nuestra
gastronomía. Os invito a que las hagáis.
Ingredientes:
½ kilo de
salchichas frescas sin gluten (estas son de cerdo)
2 cebollas
pequeñas o 1 grande
1 vaso de
los de agua de vino blanco
1 vaso de
agua
1 cucharada
de harina fina de maíz sin gluten (fécula)
Sal y
pimienta molida
4 ó 5
cucharadas de aceite virgen de oliva virgen extra
1 hoja de
laurel
Perejil
(opcional)
Preparación:
Ponemos una sartén amplia al calor y cuando esté caliente, echamos el aceite, añadimos la cebolla picada, en rodajas o en tiras (yo por los niños en tiras grandes para después retirárselas a ellos), salpimentamos. Rehogamos un poco, apartamos y reservamos.
Cuando hayan
cambiado su color las cortamos por la mitad o en tres trozos con la tijera e
incorporamos la cebolla reservada. Añadimos la harina, la rehogamos un poco y
acto seguido incorporamos el vino y dejamos evaporar el alcohol. Incluimos el
agua y dejamos cocer con calor medio-bajo unos 15 minutos y si precisara algo
más de agua, se la añadimos.
Comprobamos
como está de punto de sal, que aún no le hemos echado desde que incluimos las
salchichas (puesto que este tipo van aliñadas y nos podemos pasar si no
esperamos a que cuezan), espolvoreamos un poco de perejil fresco picado si lo
vamos a comer al instante, si no es así, mejor no ponerlo porque se pone mustio.
Servimos mejor calientes.
Nota: Es un plato muy útil, ya que tiene
la virtud que se puede preparar con anterioridad sin perder su calidad e
incluso diría que está mejor recalentado con posterioridad.
Espero que
os guste. Besos
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