*Muy ricas,
Ingredientes:
Una plancha
de masa quebrada refrigerada sin gluten
1 paquete
pequeño de beicon sin gluten
1 cucharada
de aceite de oliva virgen extra
2 huevos
Un poco de
sal y vinagre de vino (para cocer los huevos)
Un pelín de
canela y pimentón molido (aptos)
1 ó 2
cucharadas de salsa Tamari (soja sin gluten)
1 cucharada
de ketchup
Pimienta recién
molida
Sal
(opcional)
Salsa
barbacoa u otra salsa (para acompañar)
Aceite de
oliva suave (para freir)
Preparación:
Sacamos del
frigorífico la plancha de masa quebrada una media hora antes de proceder a
manejarla.
Ponemos a
cocer en un cazo agua con un poco de sal y de vinagre, cuando empiece a hervir
introducimos los huevos con cuidado y dejamos cocer unos diez minutos.
Mientras
cuecen los huevos, vertemos en una sartén caliente la cucharada de aceite junto
con el beicon cortado en tiras o cuadraditos, removemos unos minutos junto con
la salsa tamari, kétchup y las especias (menos la sal) apartamos y reservamos
en un bol.
Sacamos los
huevos y ponemos en agua fría cambiándola un par de veces, hasta que se enfríen
(así se pelan mejor), los pelamos, picamos y añadimos al bol reservado con el
resto de ingrediente. Mezclamos y probamos cómo está el punto de sal, puesto
que tanto la salsa tamari como el beicon ya contienen suficiente y quizás no
precise añadirle.
Sacamos del
frigorífico la masa quebrada, procedemos a cortarla en círculos, aprovechándola
lo máximo posible. Para ello nos servimos de un aro de emplatado, taza o vaso
que tenga un tamaño apropiado como para hacer las empanadillas.
Vertemos una
cucharadita de la mezcla en el centro de cada una de las planchitas que hemos
cortado de la masa quebrada y que tenemos extendidas. Las doblamos hacia el
otro extremos haciendo forma de luna, juntamos y con un tenedor marcamos todo
el contorno de las empanadillas, así se sellan.
Vertemos
abundante aceite sobre una sartén caliente y si tenemos freidora, mejor. Vamos
sumergiéndolas en el aceite bien caliente y dándoles la vuelta cuando éstas
estén doradas. Si es en freidora no hace falta.
Conforme se
vayan haciendo, las vamos sacando y colocando en un plato con papel de cocina
para que absorban el exceso de aceite.
Servimos
calentitas acompañadas de la salsa que más nos apetezca. Y con unas patatas
fritas…ya rematamos…alegría para el cuerpo, jajaja
Espero que disfrutéis
y sobre todo los pequeños. Un beso,
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